El término incensar tiene dos acepciones principales.
En su sentido literal, se refiere a la acción de dirigir el humo del incienso hacia una persona o un objeto, un ritual que simboliza la purificación o la veneración.
En un contexto más figurado, incensar implica lisonjear o adular a alguien, a menudo de manera excesiva, con el fin de ganar su favor o aprobación.
Ambas acepciones reflejan la idea de elevar o exaltar algo o a alguien.