La incorruptibilidad es la cualidad de ser incorruptible, es decir, de no poder ser corrompido o alterado en su esencia.
Esta característica se asocia a menudo con la honestidad y la integridad, reflejando un compromiso firme con principios éticos y morales.
En contextos sociales y políticos, la incorruptibilidad se valora como un ideal que promueve la confianza y la justicia en las instituciones y en las relaciones humanas.