La palabra "indignante" se utiliza para referirse a situaciones, acciones o comportamientos que generan enojo y rechazo debido a su carácter injusto u ofensivo hacia la dignidad o autoestima.
Este adjetivo denota no solo una transgresión a la ética o la justicia, sino también una afrenta a la sensibilidad moral, provocando una reacción emocional intensa de desaprobación y enfado tanto a nivel individual como colectivo.
La palabra "indignante" se emplea para describir situaciones, acciones o comportamientos que provocan una fuerte reacción emocional de desaprobación y enfado, especialmente cuando se perciben como profundamente injustos, inmorales o deshonrosos.
Este adjetivo no solo refleja una violación a la ética o la justicia, sino que también implica una ofensa a la sensibilidad moral del individuo o de la comunidad.
En este sentido, lo indignante trasciende lo meramente desagradable o inapropiado, alcanzando un nivel de repudio que moviliza tanto a la conciencia individual como colectiva.
Ejemplos de uso: "¡es indignante lo que cobran los jubilados en este país!".
"Tuvo un comportamiento indignante".
"Fue indignante el trato que recibió".
"La cantidad de basura en las playas es indignante".
"Encontré indignante la forma en que el profesor habló al alumno".
"Es indignante que aún existan salarios tan bajos para trabajos tan demandantes".
"La decisión del jurado fue absolutamente indignante, ignorando evidencias cruciales".
"El estado de los baños públicos en el parque es simplemente indignante".
"Me pareció indignante la indiferencia de las autoridades ante la crisis".
"La discriminación en cualquier forma es indignante y debe ser combatida".
Etimología u origen de la palabra indignante: del antiguo participio activo de indignar; del latín indignans, -antis.