El término infidelísimo y su forma femenina infidelísima se utilizan como adjetivos en grado superlativo de infiel.
Estas palabras describen a alguien que es extremadamente falto de fidelidad, ya sea en relaciones personales, compromisos o lealtades.
Su uso resalta un nivel máximo de deslealtad, enfatizando la traición o el incumplimiento de promesas, lo que las convierte en términos potentes en el lenguaje cotidiano.