El término infurto proviene del participio irregular de infurdir, que a su vez se relaciona con el verbo enfurtir.
Este último se refiere a la acción de robar o hurtar algo, especialmente en un contexto donde se actúa con astucia o sigilo.
Así, infurto encapsula la idea de un acto delictivo que implica la sustracción de bienes ajenos, destacando la naturaleza clandestina de este comportamiento.