Inmanente es un término que se utiliza para referirse a algo que forma parte de la esencia misma de un ser, que está intrínseco a él y no puede separarse de su naturaleza. Esta cualidad inmanente puede manifestarse en diferentes aspectos, ya sea en lo físico, lo emocional, lo espiritual o lo intelectual.
La noción de inmanencia se opone a la de trascendencia, la cual se refiere a algo que está más allá de la naturaleza o de la realidad misma. Mientras que lo inmanente se encuentra dentro de algo, lo trascendente está fuera de él.
En el ámbito filosófico, el concepto de inmanencia ha sido objeto de debate y reflexión a lo largo de la historia, dada su relevancia para comprender la relación entre el ser humano y el mundo que lo rodea.
En la tradición filosófica, autores como Spinoza, Schopenhauer y Nietzsche han abordado la noción de inmanencia desde distintas perspectivas, enriqueciendo de este modo su comprensión.
La inmanencia se relaciona estrechamente con la idea de totalidad y la idea de que todo cuanto existe está conectado de alguna manera. Esta concepción sostiene que no hay nada externo al ser, sino que todo forma parte de él en diferentes niveles de realidad. En este sentido, la inmanencia nos invita a reflexionar sobre la interconexión y el interdependencia de todas las cosas en el universo.
En un contexto religioso, la noción de inmanencia se refiere a la presencia divina en el mundo, es decir, a la idea de que Dios o lo sagrado están presentes en toda la creación, en lugar de estar separados de ella. Esta forma de entender la divinidad es fundamental en varias tradiciones espirituales y ha sido objeto de profunda reflexión teológica.
Ejemplos de uso: "La paciencia es una cualidad inmanente en la naturaleza humana, que nos permite enfrentar los desafíos con calma y perseverancia".
Segundo diccionario: inmanente
Origen de la palabra: (latín immanens, -entis. p.a de immanere, permanecer en.)
adj. Fil. Se dice de lo que es inherente a algo o va unido inseparablemente a su esencia, aunque pueda distinguirse de ella.
• « Mientras que los estoicos creían en Dios, no lo veían como una entidad personificada sino como el propio universo natural inmanente en todas las cosas. Para entender a Dios, tenían que entender la naturaleza, haciendo el estudio de la naturaleza y la ley natural esencial para vivir una vida buena y virtuosa. »