La inmovilidad se refiere a la cualidad de ser inmóvil, es decir, la incapacidad de moverse o cambiar de posición.
Este término puede aplicarse tanto a objetos físicos que permanecen en un lugar fijo como a estados emocionales o mentales en los que una persona se siente estancada.
La inmovilidad puede tener connotaciones negativas, asociándose a la falta de progreso o a la rigidez, pero también puede representar estabilidad y calma en ciertos contextos.