La inmunización del bebé es un proceso esencial para proteger la salud infantil mediante la vacunación.
Consiste en administrar vacunas que previenen enfermedades graves como la difteria, la viruela, la tos ferina, el tétanos y la fiebre tifoidea.
Siguiendo un programa de vacunación, se recomienda aplicar la vacuna antivariólica a los tres meses y la vacuna contra la tos ferina a los siete meses, asegurando así una defensa adecuada desde temprana edad.
inmunización del bebé
Todos los niños deben ser vacunados contra la difteria y la viruela y, cuando el médico lo aconseja, contra la tos ferina, el tétanos y la fiebre tifoidea. Para llevar a cabo este plan de inmunización se recomienda atenerse al programa siguiente:
1. Vacuna antivariólica cuando el niño tiene tres meses.
2. Vacuna contra la tos ferina a los siete meses (tres inyecciones).
3. Vacuna contra la difteria a los nueve meses (tres inyecciones). La vacuna antitetánica puede inocularse al mismo tiempo.
4. Vacuna contra la poliomielitis. El recién nacido responde de un modo positivo si está vacunado, pero la respuesta es débil antes de los tres meses, buena de los tres a los seis y óptima a partir del quinto o sexto mes. Suelen aplicarse tres inyecciones espaciadas Salk y otra de refuerzo. Esta vacuna ha sido mejorada por otra de tipo Sabín, administrada por vía bucal.
5. Test «Schick» de seis a doce meses después de que el bebé haya recibido la vacuna contra la difteria.