Los intestinos son parte del sistema digestivo, que va desde el estómago hasta el ano.
Se dividen en dos secciones principales: el intestino delgado y el intestino grueso.
El primero se encarga de absorber nutrientes, mientras que el segundo absorbe agua y forma heces.
Su estructura interna tiene pliegues y vellosidades que aumentan su superficie para una mejor absorción de nutrientes, esencial en la digestión humana.
Intestinos, en anatomía, se refiere a la porción del tubo digestivo que se extiende desde el estómago hasta el ano. Está compuesto por dos secciones principales: el intestino delgado y el intestino grueso. El intestino delgado es responsable de la absorción de nutrientes, mientras que el intestino grueso se encarga de la absorción de agua y la formación de heces.
Los intestinos desempeñan un papel crucial en el proceso de digestión y absorción de nutrientes en el cuerpo humano. Su estructura interna está formada por pliegues y vellosidades que aumentan significativamente su superficie, lo que facilita la absorción eficiente de los nutrientes digeridos.
Además, los intestinos albergan una gran cantidad de bacterias beneficiosas que contribuyen a la salud intestinal y al sistema inmunológico. Estas bacterias ayudan en la descomposición de alimentos no digeridos y en la síntesis de vitaminas esenciales para el organismo.