La intoxicación con borio se refiere a los efectos nocivos que pueden surgir tras la ingestión accidental de compuestos de bario, como el sulfuro o raticidas que contienen carbonato de bario.
Los síntomas iniciales incluyen dolores abdominales, vómitos y diarrea, que pueden progresar a complicaciones graves como convulsiones y parálisis.
Un tratamiento adecuado es crucial para evitar consecuencias fatales, utilizando antídotos como el sulfato magnésico.
intoxicaciones con borio
La causa más frecuente de envenenamientos es la ingestión accidental de sulfuro en lugar de sulfato de bario o de raticidas compuestos a base de carbonato de bario. Los primeros síntomas son de ordinario dolores abdominales, vómitos y diarrea. Más tarde se observa un pulso fuerte e irregular y un gran aumento de la tensión sanguínea, seguidos de convulsiones, parálisis y, finalmente, la muerte, a menos que se administre rápidamente un antídoto. Por término medio basta ingerir sólo un gramo de cloruro bárico para que sobrevenga la muerte en un plazo de 24 horas.
El tratamiento más indicado en tales casos es la administración por vía oral de sulfato magnésico (sal de Epsom) o sódico (sal de Glauber), que convierten el cloruro de bario soluble en sulfato insoluble y no tóxico y que, como laxantes, contribuyen a eliminar el veneno. El paciente debe ingerir además grandes cantidades de agua y leche. Véase Baritina; Tierras.