El término ipso jure proviene del latín y se traduce como "por ministerio de la ley".
Esta expresión se utiliza en contextos legales para indicar que una situación o efecto se produce automáticamente debido a la existencia de una norma o disposición legal, sin necesidad de intervención adicional.
En esencia, implica que ciertos derechos o consecuencias surgen de manera inmediata y directa por el simple hecho de que la ley lo establece.