La palabra íride se refiere principalmente a una planta conocida como lirio hediondo, que destaca por su aroma fuerte y desagradable.
Este término proviene del mundo botánico y se asocia con flores que, aunque pueden ser visualmente atractivas, emiten un olor que no resulta agradable.
La íride es un ejemplo de cómo la naturaleza puede ofrecer belleza y, al mismo tiempo, características que pueden ser consideradas poco deseables.