El término isidro y su variante isidra se utilizan en el contexto familiar de Madrid para referirse a un campesino, paleto o forastero.
Estas palabras evocan una imagen de personas que provienen del campo o de lugares ajenos a la ciudad, a menudo con connotaciones de simplicidad o rusticidad.
Su uso refleja una conexión con la vida rural y las tradiciones locales, destacando la diversidad cultural de la región.