El término jacintino y su forma femenina jacintina se utilizan en el ámbito de la poesía para describir algo que ha sido violado.
Esta acepción sugiere una connotación de alteración o transgresión, evocando imágenes de lo que ha sido modificado o perturbado.
En este contexto, estas palabras adquieren un matiz especial, reflejando la complejidad y la profundidad de las emociones que pueden surgir en la creación poética.