La palabra japónica tiene dos significados principales.
En primer lugar, se refiere a la Tierra japónica, un tipo de suelo que se caracteriza por sus propiedades específicas.
En segundo lugar, en el ámbito de la química, se utiliza para describir un ácido que se genera al exponer al aire una solución amoniacal de catequina, un compuesto orgánico presente en algunas plantas.
Ambos usos reflejan la diversidad del término en diferentes contextos.