El término jaraíz se refiere principalmente a un lagar, que es un lugar destinado a la elaboración del vino.
En algunas regiones, el concepto se amplía para incluir un lagar pequeño, lo que sugiere un espacio más íntimo y específico para la producción de esta bebida.
Así, el jaraíz no solo representa un lugar físico, sino también una tradición vinculada a la cultura vitivinícola.