La palabra jarrita se refiere, en su primera acepción, a una pequeña jarra, un recipiente que se utiliza para servir líquidos.
En un sentido más coloquial, la expresión hacer la jarrita describe el gesto de pretender pagar una cuenta compartida, simulando que se busca dinero en el bolsillo del chaleco.
Esta dualidad en su significado refleja tanto un objeto cotidiano como una acción que denota intención social.