El término jedive se refiere al título que se otorgaba al virrey de Egipto durante el período otomano.
Este cargo implicaba una gran responsabilidad, ya que el jedive actuaba como representante del sultán y gobernaba la región con amplios poderes administrativos y militares.
La figura del jedive es fundamental para entender la historia y la administración de Egipto en esa época, marcando un vínculo entre la cultura local y el dominio otomano.