El juicio convenido es un proceso legal en el que tanto el acreedor como el deudor llegan a un acuerdo sobre la existencia de una deuda.
En este tipo de juicio, su principal objetivo es formalizar el reconocimiento de la obligación mediante la solemnidad del allanamiento, lo que simplifica el procedimiento y evita disputas innecesarias.
Este enfoque busca facilitar la resolución de conflictos de manera más ágil y consensuada.