La justicia original se refiere a la inocencia y el estado de perfección en el que Dios creó a nuestros primeros padres, según la doctrina del catolicismo.
Este concepto implica una relación armoniosa entre el ser humano y Dios, así como con la creación.
La justicia original representa un ideal de pureza y rectitud que se perdió con el pecado, marcando un punto crucial en la historia de la humanidad.