El término kronprinz, de origen alemán, se traduce como "príncipe heredero".
Este título era utilizado por el heredero del trono en Alemania y Austria, designando a la persona que estaba destinada a suceder al monarca.
La figura del kronprinz no solo simbolizaba la continuidad de la monarquía, sino que también representaba las expectativas y responsabilidades que conlleva el futuro liderazgo del país.