La circulación en los animales inferiores es esencial para su supervivencia, aunque menos compleja que en el ser humano.
En organismos unicelulares, la difusión simple facilita el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos.
En animales multicelulares, se han desarrollado sistemas circulatorios más elaborados.
Desde invertebrados con sistemas simples hasta vertebrados con sistemas más complejos, la circulación varía.
Algunos animales simples como esponjas y rotíferos no requieren un sistema circulatorio, ya que la difusión les permite intercambiar sustancias.
Organismos más complejos pero con dos capas celulares, como medusas y ctenóforas, también dependen de la difusión para el intercambio de sustancias a través de su epidermis y internamente.
la circulación en los animales inferiores
La circulación en los animales inferiores es fundamentalmente la misma que en el hombre, aunque menos compleja y más comprensible. Los sistemas de transporte son cruciales para la supervivencia. Los organismos unicelulares dependen de la difusión simple para el transporte de nutrientes y la eliminación de residuos. Los organismos multicelulares han desarrollado sistemas circulatorios más complejos.
El sistema circulatorio varía desde sistemas simples en invertebrados hasta sistemas más complejos en vertebrados. Los animales más simples, como las esponjas (Porifera) y los rotíferos (Rotifera), no necesitan un sistema circulatorio porque la difusión permite un intercambio adecuado de agua, nutrientes y desechos, así como de gases disueltos. Los organismos que son más complejos, pero que sólo tienen dos capas de células en su plan corporal, como las medusas (Cnidaria) y las ctenóforas (Ctenophora), también utilizan la difusión a través de la epidermis e internamente a través del compartimento gastrovascular. Tanto sus tejidos internos como externos están bañados en un ambiente acuoso e intercambian fluidos por difusión por ambos lados. El intercambio de fluidos es asistido por el impulso del cuerpo de la medusa.
Los organismos necesitan mover (transportar) muchos tipos diferentes de sustancias a dondequiera que se necesiten dentro del organismo. Esto es importante para que las células puedan respirar y recibir energía, instrucciones y materiales para el mantenimiento y las funciones celulares. Los animales también deben ser capaces de eliminar de sus cuerpos sustancias no deseadas, como los productos de desecho, por ejemplo, el dióxido de carbono.
Los organismos unicelulares pueden mover todos los materiales que necesitan, también conocidos como "partículas", por difusión a través de su membrana celular y dentro del citoplasma de la célula. Otros organismos muy pequeños (microorganismos) también pueden mover sustancias a través de la difusión y otros tipos de movimiento a través de las membranas biológicas.
Los animales más grandes necesitan un sistema de transporte o sistemas de transporte para transportar gases respiratorios, material alimentario absorbido, productos de desecho del metabolismo y otras sustancias por todo el cuerpo.
En (a) sistemas circulatorios cerrados, el corazón bombea sangre a través de vasos que están separados del líquido intersticial del cuerpo. La mayoría de los vertebrados y algunos invertebrados, como esta lombriz anélida, tienen un sistema circulatorio cerrado. En (b) los sistemas circulatorios abiertos, se bombea un líquido llamado hemolinfa a través de un vaso sanguíneo que desemboca en la cavidad corporal. La hemolinfa regresa al vaso sanguíneo a través de aberturas llamados ostiolos. Los artrópodos como esta abeja y la mayoría de los moluscos tienen sistemas circulatorios abiertos. CC.
Tipos de circulación en animales
No todos los animales tienen sistemas de circulación sanguínea, por ejemplo, algunos microorganismos como la ameba unicelular no necesitan ningún sistema de circulación. Muchos animales grandes, incluso los insectos diminutos, tienen sistemas de circulación que mueven el líquido alrededor de sus cuerpos como medio de transporte de suministros y productos de desecho hacia y desde las células (disueltos en el líquido).
Existen dos tipos de sistemas de circulación de fluidos en los animales.
(Estos sistemas de circulación también se denominan sistemas de transporte y sistemas de transporte masivo, el término "transporte masivo" se refiere al hecho de que algo, es decir, el fluido circulatorio y todos los solutos disueltos en él, se mueven en volumen. Esto se puede comparar con muchas personas que viajan en tren en lugar de hacer su propio camino a través de diferentes rutas y modos de transporte.)
Los dos tipos de sistemas de circulación en los animales son:
- Sistemas de Circulación Abierta
Por ejemplo, en insectos, donde puede haber algunos vasos pero el líquido circulatorio -hemolinfa - fluye fuera de los vasos que forman el sistema circulatorio y baña los tejidos directamente. Es decir, en lugar de los capilares sanguíneos en los sistemas circulatorios cerrados (ver abajo), los vasos principales en los sistemas circulatorios abiertos se abren en los senos paranasales abiertos.
- Sistemas de Circulación Cerrada
Por ejemplo, en vertebrados como peces y mamíferos, la sangre está contenida dentro de la estructura del corazón y de los vasos sanguíneos que tienen una variedad de tamaños y estructuras, incluyendo arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas. Los vasos sanguíneos más grandes mueven la sangre alrededor del cuerpo, llevándola de un órgano a otro, a través del sistema sanguíneo, que también se denomina sistema vascular. Las sustancias pasan entre la sangre y los tejidos que ésta suministra a través de las finas paredes de los vasos sanguíneos más pequeños, que se denominan capilares.
Los animales simples que consisten en una sola capa celular, como la esponja (a) o sólo unas pocas capas celulares, como la medusa (b), no tienen un sistema circulatorio. En cambio, los gases, nutrientes y desechos se intercambian por difusión. CC.
Circulación en animales unicelulares, por ejemplo, la ameba
La clase de sistema circulatorio de un animal guarda relación con su masa física. Un animal unicelular, como la ameba, tiene toda su superficie celular externa en contacto con el ambiente acuoso, del que extrae alimentos y oxígeno y en el que abandona sus materiales de deshecho (ver: ameba). El animal es tan minúsculo que no necesita medios especiales para transportar materiales de una parte a otra de su organismo. Los alimentos, oxígeno y otras sustancias necesarias pueden difundirse rápidamente desde el exterior de la célula a través de su protoplasma. El anhídrido carbónico y otros desechos metabólicos pueden alcanzar enseguida la superficie de la célula, ya que ningún material ha de recorrer mayor distancia que la equivalente al radio de la célula (ver protoplasma).
Circulación en animales inferiores pluricelulares, por ejemplo, la hidra
Parecida organización se advierte en algunos animales inferiores pluricelulares. La pared corporal de la hidra, por ejemplo, presenta sólo dos células de espesor. Las células de la capa externa están en contacto directo con el líquido ambiente y las de la capa interna, con el contenido líquido de la cavidad gastrovascular, que se abre al exterior, con el que comunican, por tanto, todas las células.
Hidra.
Circulación en gusanos platelmintos
En animales algo superiores la pared corporal presenta una capa media de células, que requiere diferente método de intercambio de materias. Por ejemplo, los gusanos platelmintos poseen una cavidad gastrovascular ramificada, que lleva alimentos y oxígeno a todas las partes del cuerpo (ver platelmintos). Los desechos son recogidos y transportados al exterior por un sistema suplementario de tubos. Así, en este animal cada célula está situada cerca de una rama de la cavidad gastrovascular y del sistema excretor, por lo que puede decirse que, en este sentido, tiene contacto con el medio externo.
Platelmintos del tipo turbelarios. Cada no tiene dos penes, las dos pequeñas protuberancias blancas que se ven en la imagen. CC.
Circulación en animales aún más complejos
Los animales cuyo cuerpo es todavía más voluminoso poseen sistemas de mayor complicación para mantener esta dependencia vital entre las células del cuerpo y el medio exterior.
Para los organismos más complejos, la difusión no es eficiente para los gases cíclicos, los nutrientes y los desechos de manera efectiva a través del cuerpo; por lo tanto, se desarrollaron sistemas circulatorios más complejos. En un sistema abierto, un corazón que late alargado empuja la hemolinfa a través del cuerpo y las contracciones musculares ayudan a mover los fluidos. Los crustáceos más grandes y más complejos, incluyendo las langostas, han desarrollado vasos de tipo arterial para empujar la sangre a través de sus cuerpos, y los moluscos más activos, como los calamares, han desarrollado un sistema circulatorio cerrado y son capaces de moverse rápidamente para capturar presas. Los sistemas circulatorios cerrados son una característica de los vertebrados; sin embargo, existen diferencias significativas en la estructura del corazón y en la circulación de la sangre entre los diferentes grupos de vertebrados debido a la adaptación durante la evolución y a las diferencias anatómicas asociadas.
