La crítica en las artes plásticas y la música se refiere al análisis y evaluación de estas manifestaciones artísticas.
Aunque su historia es más breve que en la literatura, sus raíces se remontan al Renacimiento, cuando el Arte comenzó a ser apreciado por sí mismo, en lugar de solo como un medio para glorificar a Dios.
Este cambio permitió que la crítica emergiera, inicialmente enfocándose en el valor de la escultura y la pintura, y evolucionando con el tiempo hacia principios más complejos.
la crítica en las artes plásticas y la música
El examen expuesto puede aplicarse a la crítica de cualquier manifestación artística. En las artes plásticas y la música, sin embargo, la historia crítica es mucho más breve que en literatura. Aunque se cree que la crítica del Arte, posiblemente de un orden elevado, existió ya en la época clásica, lo cierto es. que nada ha llegado hasta nosotros. Históricamente, la crítica de las artes plásticas aparece por vez primera en el Renacimiento.
El interés del Arte por el Arte no existió en la primitiva Iglesia Occidental; en la Edad Media, el Arte fue. tolerado sólo en cuanto servía para glorificar a Dios, e instruir a sus fieles. Al no valorarse el Arte en sí mismo, es natural que no fuese objeto de crítica. Desaparecida esta actitud de indiferencia hacia el Arte por obra y gracia del Renacimiento, volvió a aparecer la crítica, limitada al principio a discusiones sobre el valor relativo de la escultura y la pintura, y sometida luego, con el desarrollo del clasicismo, a principios críticos definidos. Los críticos se sintieron obligados a demostrar que el Arte era moralmente bueno, manteniendo que, si la pintura y la escultura eran artes imitativas, no imitaban a la Naturaleza, sino al ideal de la misma. Este ideal quedó determinado con ayuda de las matemáticas, que permitían al artista establecer proporciones exactas. La Naturaleza era imitada, sin embargo, en el color y la forma.
Una vez establecido el ideal, fue además enseñado e impuesto, hasta que, como es lógico, surgió la reacción contra, semejante rigidez. Dubos y Diderot criticaron las doctrinas de la Academia y los salones; los románticos fueron más lejos aún y rechazaron la crítica misma, glorificando al artista y su visión personal y erigiéndole en principio de sí mismo. Teóricamente, las artes plásticas continuaron en tal punto durante la primera mitad de este siglo, con desviaciones menores en sentidos tales como el de hacer de la naturaleza del medio el principio dominante de la autoexpresión.
La crítica musical tiende a caminar paralelamente al desarrollo técnico de ese arte. Platón trató de la influencia de diversas clases de música sobre el carácter (por cierto que los músicos del Renacimiento y el Barroco compartieron este concepto de la música como moralmente útil). Pitágoras quiso ver en la música un arte matemáticamente determinado (y tampoco le faltaron seguidores que en los siglos siguientes hicieron de las matemáticas el principio básico de la composición). Pero la historia de la crítica musical es ante todo la de una serie de reacciones y contrarreacciones sobre conceptos nuevos de estructura y desarrollo armónico y melódico. En tal crítica contaron como principios fundamentales los gustos personales del compositor y del crítico. Véase Estética; Música.