La obra "La Lógica del Descubrimiento Científico", escrita por Karl Popper en 1934, aborda la demarcación entre las ciencias empíricas y otras formas de conocimiento, así como entre las declaraciones científicas y otras afirmaciones veraces.
Popper inicia definiendo el problema de la demarcación y plantea que los científicos, tanto teóricos como experimentales, formulan hipótesis y las someten a prueba mediante la observación y el experimento.
Propone que la lógica del descubrimiento científico debe analizar este proceso y los métodos de las ciencias empíricas, cuestionando cómo denominamos a la "ciencia".
La lógica del descubrimiento científico (Karl Popper)
La Lógica del Descubrimiento Científico fue publicada por Karl Popper en 1934. Uno de los temas más importantes fue la demarcación de las ciencias empíricas de otras formas de conocimiento, de las declaraciones científicas de otras formas de declaraciones veraces o de búsqueda de la verdad. Popper comenzó este importante trabajo con una definición y luego el problema de la demarcación:
Un científico, ya sea teórico o experimentador, presenta declaraciones, o sistemas de declaraciones, y las prueba paso a paso. En el campo de las ciencias empíricas, más particularmente, construye hipótesis, o sistemas de teorías, y las prueba contra la experiencia por medio de la observación y el experimento. Sugiero que es tarea de la lógica del descubrimiento científico, o de la lógica del conocimiento, dar un análisis lógico de este procedimiento; es decir, analizar el método de las ciencias empíricas. Pero, ¿cuáles son estos "métodos de las ciencias empíricas"? ¿Y cómo llamamos a la "ciencia empírica"?" El objetivo aquí es delinear lo empírico de las ciencias no empíricas.
Popper investiga entonces el "problema de la inducción" que definió como la cuestión de si las inferencias inductivas están justificadas. Se opuso a la creencia de que la ciencia empírica puede ser identificada por su uso de métodos inductivos. La inducción, para Popper, nunca podría llevar a la certeza que él sabe que la ciencia posee. Todos los sistemas de inducción, cree él, conducen a inconsistencias lógicas. Así, Popper propuso un método deductivo de prueba, que "una hipótesis sólo puede ser probada empíricamente, y sólo después de que se ha avanzado". Popper entonces divide su problema en "la psicología del conocimiento que se ocupa de los hechos empíricos, y la lógica del conocimiento que sólo se ocupa de las relaciones lógicas". Así, para el método deductivo, Popper propuso dos amplias pruebas: Primero, ¿es la hipótesis consistente con la evidencia empírica? Segundo, ¿es la hipótesis internamente consistente (es decir, no es contradictoria)?
La lógica se ocupa aquí de las afirmaciones. Popper se esfuerza por establecer una regla que le permita, cuando se enfrente a cualquier declaración, clasificarla como científica, metafísica, lógica, matemática o de otro tipo. Quiere un criterio que valide este tipo de declaraciones pero que al mismo tiempo distinga entre ellas. Propone un método de validación que tiene cuatro pasos. El primer paso es deducir, o predecir, las consecuencias de cualquier hipótesis. Luego, si las consecuencias deducidas son lógicamente coherentes entre sí, el siguiente paso es identificar la forma lógica de la teoría (es decir, si es científica, tautológica, empírica, etc.?). Con esta información, el tercero es un paso pragmático y determina si la hipótesis, en comparación con otras teorías, avanza nuestra comprensión. Si la hipótesis no hace avanzar el conocimiento humano, entonces ¿por qué perseguirla o probarla? Finalmente, la hipótesis se prueba empíricamente. Tenga en cuenta que sólo las hipótesis que tienen consecuencias empíricas llegarán a este paso final. La apelación a la evidencia empírica para Popper es absoluta e irrevocable. La naturaleza será el árbitro final de cualquier hipótesis y verificará o falsificará la hipótesis sobre la base de sus consecuencias previstas.
Con este método, Popper pretendía delinear claramente entre las declaraciones filosóficas y científicas. "Sigo considerando que la primera tarea de la lógica del conocimiento es proponer un concepto de ciencia empírica, para que el uso lingüístico, ahora algo incierto, sea lo más definitivo posible, y para trazar una línea clara de demarcación entre la ciencia y las ideas metafísicas, aunque estas ideas hayan fomentado el avance de la ciencia a lo largo de su historia". Dado que tanto la metafísica como la ciencia producen afirmaciones significativas, el problema se convirtió en cómo utilizar la experiencia para distinguirlas. Para Popper, las afirmaciones científicas deben ser comprobables por la experiencia, en otras palabras, la experiencia debe ser capaz de refutar de manera concluyente, o falsificar, cualquier consecuencia deducida de la hipótesis para que esa hipótesis sea considerada ciencia. Así pues, Popper propone no una ciencia positivista, sino una ciencia negativista. La experiencia o es consistente con nuestras teorías o las falsifica; poco se ha probado. Y así, concluye, "no puede haber declaraciones definitivas en la ciencia: no puede haber declaraciones en la ciencia que no puedan ser probadas, y por lo tanto ninguna que no pueda ser refutada en principio, falsificando algunas de las conclusiones que pueden ser deducidas de ellas".
