El término lagartado se refiere a algo que tiene un color similar a la piel del lagarto, evocando tonalidades que pueden ser verdes, marrones o incluso moteadas.
Esta palabra, en su forma lagartada, puede utilizarse para describir patrones o texturas que recuerdan a estos reptiles.
En general, ambas acepciones sugieren una conexión con la naturaleza y la diversidad de colores que encontramos en el mundo animal.