El término lagartear tiene su origen en el español de Chile, donde se refiere a la acción de agarrar uno de los lagartos o músculos del brazo de una persona.
Esta maniobra se utiliza para impedir su movimiento y, en consecuencia, vencerlo.
La palabra refleja una práctica que combina fuerza y técnica, destacando la relación entre el cuerpo y el control físico en situaciones de confrontación.