El término lambeplatos se utiliza en el lenguaje coloquial de Chile para referirse a una persona que busca agradar a otros de manera excesiva, similar a un lamebotas.
En un contexto más amplio, en América Latina, se emplea para describir a un pordiosero, alguien que vive de la caridad ajena.
Ambas acepciones reflejan actitudes de dependencia y búsqueda de aprobación en diferentes contextos sociales.