La palabra lancilla se refiere a un tipo de arma ofensiva que se asemeja a una lanza, caracterizada por su asta o palo largo y un extremo con un hierro fijo y puntiagudo.
Este término evoca la imagen de un instrumento de combate, utilizado históricamente en diversas culturas para la caza y la guerra.
La lancilla representa no solo una herramienta de defensa, sino también un símbolo de la destreza y valentía de quienes la manejaban.