Lanzón es un término que se refiere a una lanza de mayor tamaño que la convencional, utilizada tanto como arma de guerra como para la protección de cultivos.
Por otro lado, se emplea para describir monumentos de gran tamaño con forma de lanza o punta de proyectil, como el famoso Lanzón de Chavín, una escultura sagrada de la cultura chavín en el antiguo Perú.
Este monolito, tallado en granito, destaca por su altura y por los grabados que representan deidades.
Es una pieza clave en la historia y la adoración de diferentes etnias que habitaron la región.
En este sentido, lanzón se refiere a una lanza de mayor tamaño o longitud que la usual. Puede ser utilizada como arma de guerra o como instrumento para la caza de animales grandes.
Ejemplos de uso: "El guerrero empuñaba un lanzón de dos metros de longitud para enfrentarse al enemigo"
"El cazador utilizó un lanzón para abatir al ciervo que se encontraba a gran distancia".
Lanza porta y gruesa que usaban los guardas de las viñas. Estas lanzas eran más largas y gruesas que las lanzas convencionales, y se utilizaban para vigilar y proteger los cultivos de la vid.
Ejemplos de uso: "Los guardas de las viñas llevaban consigo un lanzón para ahuyentar a los animales salvajes que intentaran dañar los cultivos".
(lanzón monolítico) Cualquier monumento de gran tamaño que tiene forma de lanza o punta de proyectil. Un ejemplo es el Lanzón de Chavín.
(lanzón de Chavín) El Lanzón de Chavín, también conocido como "El Lanzón", es un monolito sagrado perteneciente a la cultura chavín del antiguo Perú (alrededor del 1000 a. C.). Está tallado en granito irregular y mide aproximadamente 4,54 metros de altura. Permanece en su ubicación original en la "Galería del Lanzón", una sección interior del Templo Viejo de Chavín.
Su nombre se debe a su forma, que se asemeja a una enorme punta de proyectil que está firmemente enclavada en el suelo y el techo de la galería. Tiene tres lados que están grabados con motivos que representan a una deidad o ser sobrenatural con características tanto humanas como animales. Es la escultura o monolito mejor conservado de la cultura chavín, junto con la Estela Raimondi, el Obelisco Tello y la Estela de Yauya.
La etnia huari, que habitó el valle de Chavín de Huántar aproximadamente 1500 años después del declive de la cultura chavín, siguió adorando a esta y otras "wankas" dentro de las ruinas del templo hasta principios del siglo XVII. Los huari consideraban a este monolito como su deidad principal, el dios Huari, relacionado con el sol, la agricultura y el agua. Según sus relatos, fue un gigante del subsuelo que se materializó en la forma de esta escultura.