La palabra lapo tiene diversas acepciones en el ámbito coloquial.
En algunas regiones, como Aragón, Chile y México, se refiere a un cintarazo o bofetada, mientras que en un contexto más figurado, puede aludir a un trago o chisguete.
En Venezuela, se utiliza para describir a una persona que se deja engañar por otra.
Estas variaciones reflejan la riqueza del lenguaje y sus usos regionales.