El término latitante proviene del verbo latitar, que significa estar oculto o escondido.
Aunque su uso es considerado anticuado y se encuentra en desuso, esta palabra evoca la idea de algo que permanece en la sombra, lejos de la vista.
Su significado invita a reflexionar sobre lo que se encuentra escondido en nuestro entorno, ya sea en un sentido físico o metafórico, resaltando la riqueza del lenguaje en sus diversas formas.