El término lavacaras se utiliza en un sentido figurado y familiar para describir a una persona que se dedica a adular o halagar a otros, a menudo de manera exagerada o interesada.
Este tipo de comportamiento busca ganar la simpatía o el favor de alguien, a menudo en contextos sociales o laborales.
La figura del lavacaras puede ser vista como alguien que carece de sinceridad en sus relaciones, priorizando la manipulación sobre la autenticidad.