El término lazarino se refiere a una persona que padece el mal de San Lázaro, una enfermedad que históricamente ha estado asociada con la lepra.
Esta palabra, en su forma femenina lazarina, se utiliza para describir a mujeres que sufren la misma condición.
Ambos términos evocan una profunda conexión con el sufrimiento y la marginación social, reflejando la historia de quienes han enfrentado esta enfermedad a lo largo del tiempo.