La palabra lechiga se refiere a un féretro utilizado en el pasado para transportar a los muertos hacia su lugar de entierro.
Esta acepción es considerada anticuada y ha caído en desuso, lo que refleja cómo el lenguaje evoluciona con el tiempo.
Aunque hoy en día no se emplea comúnmente, su significado evoca una parte de la historia cultural relacionada con las prácticas funerarias de épocas anteriores.