La palabra lengüetada se refiere a la acción de tomar o lamer algo con la lengua.
Este término puede evocar imágenes de un animal que explora su entorno o de una persona que saborea un alimento.
La lengua, como órgano sensorial, juega un papel fundamental en esta acción, permitiendo no solo la degustación, sino también la interacción con el mundo que nos rodea.
Así, la lengüetada se convierte en un acto que combina curiosidad y placer.