La palabra lentiscina se refiere a una sustancia resinosa obtenida del lentisco, un arbusto que crece en regiones mediterráneas.
Esta resina, conocida como almáciga, era valorada en tiempos antiguos por sus propiedades y usos diversos.
Sin embargo, la acepción de lentiscina es considerada anticuada y actualmente se encuentra en desuso, lo que la convierte en un término interesante para explorar la evolución del lenguaje.