En el ámbito delincuencial, el verbo "lepar" se emplea para describir la acción de adueñarse ilegalmente de bienes ajenos mediante el uso de engaño o violencia.
Este acto delictivo puede llevarse a cabo a través de diversas estrategias, que van desde el fraude y la estafa hasta robos violentos.
Los perpetradores suelen valerse de la astucia y la manipulación para engañar a sus víctimas, ya sea haciéndose pasar por personal de servicios públicos o distrayéndolas mientras cometen el delito.
tr. En lenguaje delincuencial anticuado, "lepar" significa apoderarse de lo ajeno con engaño o violencia.
En el lenguaje delincuencial, el término "lepar" se utiliza para hacer referencia a la acción de apropiarse ilegalmente de bienes, propiedades u objetos pertenecientes a terceros, ya sea mediante el uso de engaño o violencia.
El acto de "lepar" implica diversos métodos para cometer el delito, que van desde el fraude y la estafa, hasta asaltos violentos o hurtos. Los perpetradores de estas acciones suelen aprovecharse de la ingenuidad, la distracción o la vulnerabilidad de las víctimas para lograr su cometido. Pueden emplear técnicas persuasivas o manipuladoras para ganarse la confianza de sus objetivos, como hacerse pasar por personal de servicios públicos o utilizar artimañas para distraer la atención de la víctima mientras se apoderan de sus pertenencias.
Es importante destacar que el término "lepar" pertenece a un lenguaje delincuencial anticuado y no es de uso común en la actualidad.
Etimología u origen de la palabra lepar: proviene de pelar.