El término libelar tiene dos acepciones, la primera de ellas, aunque antigua, se refiere a la acción de escribir sobre un asunto específico, documentando o relatando una situación.
Esta acepción está en desuso en el lenguaje moderno.
La segunda acepción, de carácter jurídico, implica la acción de hacer pedimentos o solicitudes formales en un contexto legal.
Ambas definiciones reflejan un uso que ha evolucionado con el tiempo.