La libertad de cultos se refiere al derecho que tienen las personas para practicar públicamente los actos de la religión que profesan.
Este concepto es fundamental en sociedades democráticas, ya que garantiza el respeto a la diversidad de creencias y la posibilidad de expresar la fe sin temor a represalias.
La libertad de cultos fomenta un ambiente de convivencia y tolerancia entre diferentes tradiciones religiosas.