La libertad de domicilio es un derecho fundamental que permite a cada individuo elegir su lugar de residencia dentro del territorio de un Estado.
Este derecho se complementa con la inviolabilidad del domicilio, que protege el espacio elegido, impidiendo que alguien acceda sin consentimiento, salvo excepciones legales.
Aunque ambos conceptos están relacionados, pueden existir de manera independiente.
La protección del domicilio resguarda no solo al individuo, sino también a su familia y patrimonio, reflejando la importancia de este derecho en la vida personal.
Derecho del individuo a residir donde tenga por conveniente dentro del territorio del Estado, derecho que se completa con el de la inviolabilidad del domicilio elegido, es decir, que nadie puede penetrar en él sin el consentimiento de su morador, salvo en los casos previstos en las leyes. Pueden existir la libertad y la inviolabilidad de domicilio, pero deben ser diferenciadas porque puede darse una sin la otra. Las personas que por razón de un cargo o razón semejante están obligadas a residir en un determinado lugar carecen de libertad de domicilio, pero esto no es obstáculo para que ese domicilio forzoso sea inviolable. Con la inviolabilidad del domicilio se protege no sólo al individuo sino al conjunto familiar e incluso su patrimonio; la consideración del domicilio como una extensión de la propia personalidad está en el fundamento y razón de ser de esta libertad o derecho.
En Inglaterra es uno de los derechos típicamente amparados por los tribunales; en frase acuñada se dice my home is my castle. En España, el clásico Cervantes afirmaba: «estás en tu casa, donde eres señor della, como el rey de sus alcabalas». La consagración constitucional de este derecho es clásica y figura en todos los textos promulgados. El Fuero de los Españoles lo reconoce en su artículo 15: «Nadie podrá entrar en el domicilio de un español ni efectuar registros en él sin su consentimiento, a no ser con mandato de la autoridad competente y en los casos y en la forma que establezcan las leyes». En efecto, el Código penal castiga como delito el allanamiento de morada y la entrada en el domicilio de un funcionario público sin consentimiento del titular, fuera de los casos que la ley permite, así como al que compeliere a un español a que cambiase de domicilio. Sin el consentimiento del morador sólo puede penetrarse en su domicilio por orden judicial y en casos decretados por la ley, como persecución de delincuentes, inspecciones y ejecución de sentencias de los tribunales.
Cantidad de letras, vocales y consonantes de libertad de domicilio
Palabra inversa: oilicimod ed datrebil Número de letras: 19 Posee un total de 9 vocales: i e a e o i i i o Y un total de 10 consonantes: l b r t d d d m c l
¿Es aceptada "libertad de domicilio" en el diccionario de la RAE?