La palabra libertado proviene del participio de libertar, que significa liberar o sacar de una situación de opresión.
También se utiliza como un adjetivo para describir a alguien que es osado o atrevido, mostrando valentía en sus acciones.
En su sentido más amplio, se relaciona con el estado de estar libre y sin sujeción, lo que implica una condición de autonomía y capacidad para actuar sin restricciones.