El término lícito se refiere a aquello que es justo y que está permitido por la ley.
En su uso, se aplica a acciones, comportamientos o decisiones que se consideran moralmente aceptables y que no infringen ninguna norma legal.
Por lo tanto, lo lícito implica una conformidad tanto con principios éticos como con regulaciones establecidas, garantizando así un orden social justo y equitativo.