El término lictor se refiere a un oficial de la antigua Roma que tenía la importante función de acompañar a los cónsules y magistrados en sus ceremonias y actividades públicas.
Este cargo era simbolizado por las fasces, un conjunto de varas atadas que representaban el poder y la autoridad del magistrado.
Así, el lictor no solo era un asistente, sino también un símbolo del poder del Estado romano.
• « Los cónsules tenían un poder casi ilimitado, conocido como imperium, incluyendo el derecho a infligir la pena de muerte a los infractores de la ley, y eran precedidos en todas partes por doce guardaespaldas llamados lictores. » (de lictor | plural)