El término lincear se utiliza en un contexto figurativo y familiar para referirse a la acción de descubrir o identificar algo que es difícil de percibir o que está oculto.
Esta palabra evoca la agudeza visual del lince, un felino conocido por su capacidad para observar y detectar detalles que otros podrían pasar por alto.
Así, lincear implica una atención especial y una habilidad para ver más allá de lo evidente.