adj. Se dice de los moluscos que hacen en las rocas sus habitaciones.
El término "litófago" proviene del griego "lithos" que significa "piedra" y "phagein" que significa "comer".
Aunque la traducción literal sería "comedores de piedra", en realidad, se refiere a aquellos organismos, principalmente moluscos, que perforan y habitan en las rocas.
Estos animales poseen adaptaciones especiales que les permiten excavar en superficies duras, creando refugios seguros donde pueden protegerse de depredadores y condiciones ambientales adversas.
Entre los ejemplos más conocidos de litófagos se encuentran ciertos bivalvos, como las especies del género Lithophaga, y algunos gasterópodos.
Estos moluscos utilizan una combinación de secreciones ácidas y movimientos mecánicos para desgastar la roca y formar cavidades. Las secreciones ácidas disuelven los minerales de la roca, facilitando su excavación.
La capacidad litófaga no solo se limita a los moluscos; también se ha observado en otros grupos de organismos marinos como ciertos tipos de esponjas y anélidos. Sin embargo, el término se utiliza con mayor frecuencia para describir a los moluscos debido a su notable habilidad para modificar su entorno rocoso.
El estudio de los litófagos tiene importancia ecológica y geológica, ya que estos organismos contribuyen al proceso de bioerosión, afectando la estructura y composición de los hábitats marinos.
Además, las perforaciones realizadas por estos animales pueden servir como indicadores en estudios paleontológicos para entender mejor las condiciones ambientales del pasado.
Etimología u origen de la palabra litófago: El término "litófago" proviene del griego "lithos" que significa "piedra" y "phagein" que significa "comer".