El Litoral Americano se refiere a las extensas costas de América, bañadas por tres océanos y varios mares secundarios.
En el norte, el Océano Glacial Ártico presenta temperaturas extremas y costas recortadas, donde las corrientes frías de Groenlandia y Labrador influyen en su clima.
Este litoral, con sus numerosos estrechos, golfos y bahías, es fundamental para la conexión marítima entre el Pacífico y el Atlántico.
Tres son los océanos que bañan América, uno de ellos en su zona propiamente oceánica y entres de sus mares secundarios. El Océano Glacial Ártico baña la costa septentrional de América del Norte. Debido a su situación la temperatura es muy baja, próxima a los 0 grados, por lo que se hielan en invierno la casi totalidad de los estrechos comprendidos entre sus islas; su profundidad es escasa y sus costas muy recortadas. Del Polo descienden hacia el Atlántico dos corrientes frías: la de Groenlandia al E de esta isla y la del Labrador al O de la misma, entre sus costas y las de la Tierra de Baffin. Se comunica con el Pacífico por el Estrecho de Bering y con el Atlántico por el de Davis. Sus costas determinan infinitas articulaciones marítimas y terrestres. Entre sus mares destacan el de Beaufort al O y la gran bahía de Baffin al E. De sus golfos son los principales los de Coronación, Boothia y Cumberland. Los estrechos más importantes son los de: Smith, Banks, Barrow, Lancaster, Murchison, Fox, Hudson y los que le sirven de unión con los otros grandes océanos. Las penínsulas de Félix Boothia y Melville; las islas de Banks, Príncipe Alberto, Victoria, Príncipe de Gales, Somerset, Melville, Ellesmere, North Devon y, sobre todo, la Tierra de Baffin; y los cabos Bathurst y Farewell (al S de Groenlandia), son las principales articulaciones terrestres.
El Atlántico, que baña todo el E de América, tiene zonas muy diversas en salinidad y temperatura; éstas son más elevadas en su zona central, especialmente en el golfo de México y mar de las Antillas, pero disminuyen hacia el N y hacia el S hasta fundirse las aguas del Atlántico con el Glacial Ártico por el N y con el Pacífico por el S. Si las corrientes de Groenlandia y Labrador enfrían las costas orientales de América del Norte hasta la latitud del cabo Hatteras, la del Gulf Stream o del Golfo baña las costas meridionales de Estados Unidos, antes de tomar dirección hacia el NE y dirigirse hacia Europa, después de haberse encontrado con la del Labrador frente a la isla de Terranova, donde origina las peligrosas nieblas, pero también los extraordinarios bancos pesqueros.
Las costas atlánticas de Sudamérica están recorridas por varias corrientes marinas: la Ecuatorial del Norte, que corre desde el cabo San Roque hacia el mar de las Antillas y es cálida, lo mismo que la Ecuatorial del Sur, que corre a lo largo de las costas del Brasil; y la de las Malvinas, fría, pues procede del Océano Glacial Antártico, que enfría las costas meridionales de Patagonia.
Al N la enorme península del Labrador y la Tierra de Baffin casi cierran la bahía de Hudson, en la que la isla de Southampton y la bahía de James son los principales accidentes. Las costas de esta península son poco recortadas en el interior de la bahía de Hudson, pero las orientales en cambio son de tipo fiórdico hasta llegar al estrecho de Belle Isle, que separa de la península la isla de Terranova y da paso al gran golfo de San Lorenzo, con la isla de Anticosti. Los cabos Charles y Chidley y la Bahía de Ungawa son accidentes notables de la península del Labrador. Al SE del Canadá se adelantan en el mar las penínsulas de Gaspé y Nueva Escocia, que termina en el cabo Sable y encierran la bahía de Fundy, el lugar del globo donde con más fuerza actúan las mareas.
La costa de Estados Unidos presenta dos tramos diferentes: hasta el cabo Hatteras es muy recortada, con las bahías de Penobscot, Delaware y Chesapeakej la isla de Long Island y el cabo Cod. La sección meridional es menos recortada, de tipo lagunar, y forma la gran península de la Florida, terminada en el cabo Sable. El canal de la Florida, que separa la península de la isla de Cuba, da paso al inmenso golfo de México, casi cerrado por la península del Yucatán, terminada en el cabo Catoche, la isla de Cuba y las Bahamas, que cierran el paso al Atlántico; el delta del Misisipí, el golfo de Campeche y el estrecho de Yucatán (que da paso al mar de las Antillas) son los principales accidentes. La profundidad del golfo de México es bastante grande en su centro, pero escasa en sus costas, del tipo de limans al O de la desembocadura del gran río norteamericano.
El Mar de las Antillas o Caribe está encerrado entre la península del Yucatán, las costas de América Central, las septentrionales de América del Sur y el cordón insular de las Antillas; tiene fosas marinas de mucha profundidad y gran profusión de islas: Cuba, Pinos, Jamaica, Haití, Puerto Rico y todas las pequeñas Antillas. Entre los entrantes marítimos destacan los golfos de Honduras, Mosquitos, Darién, Maracaibo y Paria, y entre los accidentes terrestres las penínsulas de Goajira, Paraguana y Paria y los cabos Camarón, Gallinas y San Ramón. Las costas de este mar son, en general, elevadas, salvo em la península del Yucatán y en Nicaragua con su costa de los Mosquitos.
Las costas orientales de América del Sur, hasta la desembocadura del Río de la Plata, son poco recortadas. La isla de Trinidad, el delta del Orinoco, las bocas del Amazonas con la isla de Marajo, la bahía de San Marcos, los cabos San Roque, Branco -y Frío, la hermosa bahía de Río de Janeiro y las lagunas de los Patos y de Mirim son los principales accidentes. Hacia el S, las costas argentinas son más recortadas: desembocadura del Plata, Bahía Blanca, bahía de San Mateo, península de San José; golfo de San Jorge, cabo Blanco, Bahía Grande y cabo de las Vírgenes, al S del cual se abre el estrecho de Magallanes. Las islas de Fernando Noronha, Falkland (o Malvinas), Seetland y Oreadas del Sur son las principales.
En el Pacífico, que baña las costas occidentales de América, se presentan grandes profundidades frente a las costas de Alaska, Perú y Chile, próximas precisamente a las grandes elevaciones de las Rocosas y los Andes. Las corrientes de Alaska y California y la corriente fría de Humboldt o del Perú bañan estas costas, que son muy recortadas en sus dos extremos y poco en su zona central.
Al N se destaca la gran península de Alaska, que se prolonga a su vez por otra alargadísima península y por las islas Aleutianas. Entre estas costas y las asiáticas se encuentra el mar de Bering, con la isla de San Lorenzo. Las costas meridionales de Alaska y las occidentales del Canadá son sumamente recortadas con numerosos fiordos y estrechos (Dixon Entrance, Reina Carlota, Juan de Fuca) y gran número de islas y archipiélagos: Kodiak, Baranov, Príncipe de Gales, Reina Carlota y Vancouver. .En los Estados Unidos sólo destacan los cabos Flattery, Blanco y Mendocino y la hermosísima bahía de San Francisco.
La alargada península de California separa del Pacífico el profundo golfo de su nombre; en la península se forman la bahía de Sebastián el Vizcaíno y los cabos San Eugenio y San Lucas. En el resto de la costa mexicana lo que más destaca es el cabo Corrientes, la bahía de Acapulco y el golfo de Tehuantepec. En las costas de América Central, también elevadas por la proximidad de las cadenas montañosas al mar, se forman los golfos de Fonseca, Nicoya, Dulce, San Miguel y Panamá, las penínsulas de Nicoya y Azuero y los cabos Santa Elena, Blanco y Matapalo.
Las costas sudamericanas son en general rectilíneas hasta los 42° de latitud, pero aun así se presentan las bahías de Cupico, Chocó, Tumaco, el golfo de Ancón y el cabo Corrientes en Colombia; el golfo de Guayaquil y el cabo de San Lorenzo en Ecuador; cabo Pariña y Punta Aguja en Perú; el abierto golfo de Arica, entre Perú y Chile, y la península de Mejillones en esta última República. Las costas chilenas meridionales son recortadísimas, con fiordos similares a los noruegos y con una cadena de islas, resto de una cordillera hoy sumergida en parte. Los golfos
Corcovado y Peñas, la península de Taitaa y las islas Chiloé, Chonos, Wellington, Madre de Dios, Hannover, Reina Adelaida, Desolación y Santa Inés son los accidentes principales.
Entre el S de Chile y la Tierra de Fuego se abre el estrecho de Magallanes, de costas muy recortadas, y en la islita de Wollaston se encuentra el cabo de Hornos, punto más meridional de América.
En América se manifiestan bien los dos tipos fundamentales de costas: atlánticas, perpendiculares a las cadenas montañosas, y de tipo pacífico, paralelas a las cordilleras.