El término lividecer se refiere a la acción de ponerse lívido, es decir, adquirir un tono pálido o amarillento en la piel, generalmente como resultado de una reacción emocional intensa, como el miedo o la sorpresa.
Este fenómeno puede ser una manifestación física del estado anímico de una persona, reflejando su inquietud o estrés.
Así, lividecer se convierte en un indicador visual de las emociones que experimentamos.