El término llotro es una palabra de origen antiguo que se utilizaba como sinónimo de quillotro, una voz rústica que servía para expresar lo que no se sabía o no se podía comunicar con claridad.
Aunque hoy en día su uso es prácticamente inexistente, representa una parte del rico patrimonio lingüístico que refleja la manera en que las comunidades se comunicaban en el pasado.