El término lock-out se refiere a una situación en la que los patronos deciden cerrar temporalmente un lugar de trabajo, impidiendo que los empleados accedan a él.
Esta medida se toma generalmente como respuesta a conflictos laborales, como huelgas o demandas de los trabajadores.
El lock-out busca presionar a los empleados y a sus representantes para que acepten las condiciones impuestas por la empresa.