El término longar tiene dos acepciones que reflejan su uso en el idioma español.
En primer lugar, se emplea como un adjetivo en desuso que significa largo, refiriéndose a algo que tiene una gran extensión.
En segundo lugar, como verbo, se relaciona con el contexto de la apicultura, específicamente en la actividad de panal, donde se utiliza para describir un proceso particular.
Aunque su uso ha disminuido, su significado sigue siendo relevante en ciertos ámbitos.